Servicio
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Con respecto al servicio podemos decir que nuestro Apostolado crece, pero también cambia, como la vida misma.
Caminamos contra toda adversidad, llevando el mensaje litúrgico en los tiempos establecidos por la Iglesia.
El contacto directo con las personas a quienes le presentamos la Virgen, nos hace vibrar el alma cuando nos agradecen con cariño, tan magnífica visita.
Sabemos que nuestro servicio debe hacerse más allá de los sacrificios, consagrando a Dios las dificultades para agradarle.
Todas aceptamos los trabajos y fatigas que implica este Apostolado; como así también la indiferencia con que somos tratadas algunas veces.
Sentir el fracaso en nuestra Misión y soportar el frío espiritual que se vive hoy día; la suciedad y el ropaje oloroso de quienes vamos a visitar, nos hace fuertes en la misión.
Las preocupaciones que tenemos por las obras de caridad, nos hacen colaborar en la medida de nuestras posibilidades.
Todo esto lo ponemos a los pies d la Virgen para que Ella los transforme.
Servimos con amor a nuestro prójimo, pues antes d salir a misionar, disponemos nuestro corazón y nuestra alma para que el mensaje llegue a todos los corazones.*Las nuevas Misioneras hemos aprendido de las pioneras en el servicio que: “Este servicio no tiene límites”, y que nuestro Sí a la Virgen implica perseverar hasta el fin de nuestros días.
*Ese es nuestro sello. La fe sin vacilaciones y la disponibilidad al servicio de las almas, olvidándose de si: firmes al pie de la Cruz ajena.
- Sabemos, en nuestro corazón, que la Virgen quiso establecerse en este lugar y desde entonces imparte todas las Gracias a éste, su pueblo que la reconoce como Madre y Patrona Nuestra.
Ella nos lleva a identificarnos con Cristo, en su entrega obediente al Padre.
María es para nosotras un instrumento de la Divina Providencia.
A través de María el Padre nos guía y nos llega la Gracia del Señor.
Es precisamente por esto que el servicio continúa de pie. Hemos aprendido a encontrar a Dios en todas las cosas y éste el mensaje que llevamos a los demás, tratando siempre de ser coherentes entre lo que decimos y o que hacemos, fomentando una auténtica espiritualidad o santidad de la vida diaria.
Somos perseverantes en la oración por las bendiciones que la Virgen María imparte a quienes la siguen y participan con Ella en un mismo espíritu.
Pretendemos ser Apóstoles de Jesús, junto a María. - Deberes de Misioneras y Manzaneras: Uno de los deberes de nuestro Apostolado es asumir que, por el Bautismo, Dios nos hace participar de su vida Divina. El Bautismo purifica y enriquece el alma: le confiere la Gracia Santificante.
Dijo Jesús a Nicodemo: “En verdad, en verdad te digo, el que no nazca de Agua y de Espíritu no pede entrar en el Reino de Dios”.
Creemos que Dios tiene un Plan de Vida para cada una de nosotras y esta fe va creciendo día a día. - El principal fin de este Apostolado es la santificación personal.
- Cumplir con los Sacramentos de la Iglesia y dar fiel testimonio de vida para llevar la Palabra a las demás almas. Sabemos que la Eucaristía es la Fuente de la Gracia. Es el Bien infinito.Oración a Nuestra Señora del Socorro.Llamado al servicio: En forma permanente este Apostolado llama, solicita, invita y convoca a toda la comunidad a sumarse a un Servicio que tiene mucho por hacer. Nos esmeramos en trasmitir el espíritu de nuestra vocación misionera y deseamos dar calor humano y la paz de Cristo a todas las almas.
Pero por importante que esto sea, no es fácil influir en los demás.
Nosotras nos limitamos a sembrar; Dios recogerá y la Virgen los sostendrá en la palma d su mano.
En el mundo de hoy y en las circunstancias que nos toca vivir, a pesar de creer, nuestra fe no siempre tiene la fuerza suficiente como para llenar de sentido nuestra vida, especialmente en los momentos difíciles, oscuros y dolorosos.
Nadie se quiere comprometer. Cumplen con Dios a su manera. Tal vez seamos demasiado prudentes en respetar los tiempos de los demás, pero creemos que así lo debemos hacer.Invitamos por este medio a toda persona de buena voluntad que se acerque a nosotras para compartir una charla amena y cordial.
Nos reunimos: último viernes de mes en el Centro Comunitario: Hipólito Irigoyen y Salta; a las 15Hs.